Rodriguez, Hernan
ISAGEN
Una de las mayores dificultades al momento de certificar y verificar que una planta puede prestar servicios complementarios, tales como el de potencia reactiva o el de arranque autónomo o arranque en negro definidos en la Resolución CREG 25/95, es la de confirmar la capacidad real del generador para prestarlos con base en criterios técnicos reales, puesto que en la mayoría de los casos no es posible realizar pruebas en vivo, por ejemplo desenergizar parcialmente el sistema de potencia para desarrollarlas.
En este artículo se presenta una metodología que permite realizar el proceso de certificación de manera segura y confiable para que sea usada en las certificaciones de las curvas de carga reales de los generadores, teniendo en cuenta tanto los aspectos técnicos propios como los regulatorios.